Casa Garriga Nogués. C/Diputación, 250. Antes de que los componentes del grupo se conocieran todos entre si, participaron de varios cursillos sobre escritura realizados en La Enciclopèdia Catalana (con Carme Arrufat como profesora) que tenía su sede, por aquel entonces, en la casa Garriga Nogués.
Este edificio de 1901 fue un encargo del financiero Rupert Garriga Nogués al arquitecto Enric Sagnier. El resultado fue un estilo ecléctico, pero con la disposición típica de las casas de principios de siglo XX en l'Eixample: planta baja para comercios, un piso principal para el propietario con una escalera privada de gran porte, y el resto de pisos para alquilar con una entrada independiente.
El piso principal cuenta con una balconada soportada por cuatro figuras femeninas de Eusebi Arnau y que representan la vida de una mujer burguesa.
La familia residió en el piso hasta 1936. Después de la guerra fue ocupada por el colegio Sagrados Corazones de Jesús y de María y entre 1983 y 2004 fue sede de la Enciclopèdia Catalana. Antes de trasladarse los diferentes miembros del grupo Diodati realizamos varios cursos en el salón principal, con decoración rococó y pinturas con temas bucólicos, de la primera planta:
Tras la realización de los cursos una visita guiada por el edificio nos permitió disfrutar de todos sus espacios. Incluido el anexo que contiene la vidriera de Antoni Rigalt:
En 1987 la casa fue restaurada por Jordi Bonet i Armengol y en 2007 por Jordi Garcés para acojer un hotel y la nueva sede del museo Fundació Francisco Gòdia. La visita a la fundación permite actualmente ver el piso principal.
Casaramona. Av Marquès de Comillas s/n. La primera "sede" en la que los miembros del grupo nos reuníamos periódicamente para trabajar fue en el bar del CaixaForum ubicado en la antigua fábrica téxtil que Casimir Casaramona i Puigcercós hizo construir a los pies de la montaña de Montjuic.
El empresario catalán, pionero en el uso de la energía eléctrica en las fábricas, fue un industrial algodonero especializado en la confección de mantas y toallas. Casimir Casaramona necesitaba un nuevo edificio después de que su anterior fábrica en el Raval se incendiara, y encargó el proyecto a Josep Puig i Cadafalch.
El edificio, construido entre 1910 y 1912, está formado por un conjunto de naves de una sola planta que facilitan el transporte de mercancías a través de calles internas que a su vez constituían cortafuegos. Solo las dos torres, utilizadas como depósitos de agua contra incendios rompen la horizontalidad.
El edificio fue construido con ladrillo visto y la ornamentación se limita a la cerámica de las torres y al hierro forjado.
Puig i Cadafalch combinó belleza y funcionalidad en un edificio que mereció el premio del Ayuntamiento en 1912:
El negocio tuvo una vida muy corta. Tras la huelga general, la empresa quebró y en el año 1920 cerró sus puertas. Sus naves sirvieron como almacenes de la Exposición Internacional de 1929. Entre 1940 y 1992 el edificio alojó las caballerizas y el parque móvil de la Policía Nacional. El 9 de enero de 1976 fue declarado bien de interés cultural. Durante este periodo el conjunto se fue degradando. Entre 1997 y 2001 al ser adquirida por LaCaixa fue restaurada y adaptada para servir como centro cultural. Intervinieron Roberto de Luna, Robert Brufau y Arata Isozaki. De éste último es el bosque de cristal y hierro de la entrada.
Palau del Baró de Quadras. Av Diagonal 373. Puesto que cada vez el tiempo destinado a las reuniones que el grupo realizaba los sábados se quedaba corto y la amistad surgida hacía que necesitáramos más momentos para hablar de temas personales se decidió realizar otras reuniones informales entre semana y se escogió el bar de la casa Asia ubicada, curiosamente, en otro edificio de Puig i Cadafalch, el Palau del Baró de Quadras:
El edificio, construido entre 1904 y 1906, se encuentra en un solar estrecho y tiene dos fachadas completamente diferentes, una da a la Diagonal y otra a Rosselló. Los elementos más destacados se encuentran en la planta baja y primera planta que da a la Diagonal, lugar de residencia del Baró de Quadras. La fachada de la Diagonal es un ejemplo de la reinterpretación de Puig i Cadafalch de las fachadas góticas del norte de Europa, con su tribuna corrida profusamente decorada, alero de gran inclinación con mansardas.
La puerta de hierro forjado es de Manuel Ballarín y de la ornamentación se encargó Eusebi Arnau y Alfons Jujol.
Del interior destaca la escalera con el trabajo realizado en piedra de la barandilla hasta el piso principal. El suelo resplandece gracias al mosaico a base de pequeños azulejos en tonos grises y blancos de dibujo ondulante.
Palau de la Música Catalana. C/Sant Pere més alt, 11. Después de probar otras sedes se sugirió reunirse en el bar del Palau donde rodearnos de un ambiente modernista de inspiración.
El Edificio-auditorio encargado por el "Orfeó Català" a Lluis Domènech i Montaner y construido entre 1905 y 1908. El arquitecto contó con sus colaboradores habituales: mosaicos de Lluís Brú, cerámicas de Josep Orriols i Modest Sunyol.
Las vidrieras de la casa Rigalt i Granell y el pavimento hidráulico de la casa Escofet.
Fuente: wikipedia |
Y entre los escultores, Miquel Blay, Eusebi Arnau, Dídac Massana y Pablo Gargallo. De Miquel Blay es el grupo escultórico "La cançó popular catalana" situado en la esquina a modo de proa donde se representan a Sant Jordi junto a otras figuras que simbolizan la pertenencia del Palau a todo el pueblo.
Otros elementos de la fachada son los grandes arcos con gruesas columnas de ladrillo rojo y cerámica:
En el primer piso hay un balcón que recorre la fachada con catorce columnas en grupos de dos, cubiertas con mosaico todas con dibujo diferente, en el segundo piso los bustos de los músicos sobre columnas, realizados por Eusebi Arnau, de izquierda a derecha son Palestrina, Bach y Beethoven, pasado el grupo escultórico de la esquina se encuentra el busto de Wagner ya en la calle Amadeu Vives. En la parte superior de esta fachada un gran frontón en mosaico de Lluís Bru simboliza la senyera (bandera) del Orfeón de Antoni Maria Gallissà y en el centro una reina presidiendo una fiesta con una rueca, en alusión a La Balanguera, poema de Joan Alcover i Maspons con música del compositor Amadeu Vives, una pieza de las que más interpretaba el Orfeón y que a partir de 1996 es el himno oficial de Mallorca.
Parc de les Heures. Pg. Vall d'Hebron, 171. Una de las últimas fuentes de inspiración para escribir una pequeña novela coral llegó en los jardines del Palau Gallart.
La finca, adquirida por Josep Gallart Forgas, indiano que hizo fortuna en Puerto Rico, compró esta finca para construir su residencia de verano, para lo cual encarga el proyecto a August Font de Carreres, finalizando las obras en 1895. Gallart solo disfrutó de la finca durante dos veranos ya que murió en 1898.
Tras la muerte del propietario, el palau quedó abandonado hasta la Guerra Civil al ser requisado por la Generalitat para convertirlo en la residencia oficial del presidente Azaña en Barcelona, aunque no lo llegó a ocupar nunca. Quien sí que residió durante los bombardeos de Barcelona, fue el President de la Generalitat Lluís companys, ya que se ubicaba lejos de los principales objetivos estratégicos perseguidos per la aviación franquista. Durante esta época se construyó un refugio antiaéreo. Curiosamente, Josep Gallart Folch, hijo del antiguo propietario, confesó haber hecho llegar una fotografía aérea del Palau de les Heures a Kindelán, responsable de la aviación franquista para que bombardeara la residencia de Companys. Kindelán desistió por la difícil situación del emplazamiento. Tras la Guerra Cívil, el hijo de Josep Gallart, recuperó la residencia y la restauró, pero en los años 50 el palau se vendió pero no fue habitado y entró en un período de degradación, hasta que en 1958 lo adquirió la Diputación de Barcelona. En 1972 estaba previsto el derrumbe del edificio pero finalmente se salvó y actualmente es la sede de los estudios de formación continuada de les Heures, Fundació Bosch i Gimpera - UB.
El Palau de les Heures es único en Barcelona por su estilo señorial francés y está rodeado por unos jardines mixtos entre italianos y franceses. El conjunto es de una gran armonía, con dos escalinatas que permiten bajar por la montaña y observar el palacio en su conjunto. Es entonces cuando se comprueba, con sus cuatro torres coronadas por picos cónicos, la similitud con los castillos franceses.
Es una delicia pasear por los jardines y descubrir todas las especies vegetales que lo pueblan, entre surtidores de agua y palmeras, pero sobre todo hacerlo en buena compañía, en la compañía de mis amigos los Diodati's. Per molts anys!!!