En esta, en principio, última entrada relacionada con los "panots" de Barcelona, haré referencia a una serie de curiosidades o particularidades que todavía no he mencionado en los anteriores posts.
Comenzaré por las losetas con letras.
El 9 de Agosto de 1916 el Consistorio aprueba que a los particulares y constructores que soliciten construir o reconstruir aceras, se les imponga como obligación la de que en las aceras correspondientes a las casas que hacen esquina o chaflán, se ponga el nombre de la calle respectiva, mediante losetas que lleven grabada una letra cada una, según el siguiente croquis:
Actualmente la mayoría de estas losetas han desaparecido pues cada vez que se interviene ya no se reponen. Sin embargo, si somos observadores, podremos ver aún parte de las letras de algunas de las calles de Barcelona que milagrosamente se han salvado.
Via layetana (C/Argenteria):
Plaça Ramon Berenguer:
C/Roger de LLuria (C/Consell de Cent):
C/ Muntaner con C/Consell de Cent (Las 4 esquinas):
C/Paris (C/Aribau):
C/Marià Cubí (C/Santaló):
C/De Mariano Cubi (C/Muntaner)
C/Santa Fe de Nou Méxic:
C/Manuel de Falla (C/Capitán Arenas)
C/Mandri (C/Bertrand i Serra):
Passeig Font d'en Fargas:
Ya que hablamos de letras, también podemos encontrar algunas losetas con inscripciones, pero que no están relacionadas con el nombre de las calles, si no con el de empresas u otras que me resultan un tanto crípticas.
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Baldosa suelta en la que en el reverso puede leerse la marca del fabricante. |
Todas estas baldosas con la inscripción JMR y PA, aunque no estoy del todo seguro, quizás también estuvieran colocadas al revés, pero no he conseguido identificar al fabricante.
Más reconocibles son las baldosas de Butsems y Cia en el Paseo Fuente Fargas:
Escofet y Cia en la C/Calabria (Gracias a Miquel de
Tot Barcelona por las indicaciones de su localización)
C/Rosselló con C/Enric Granados:
O de Catalana de Gas y Electricidad
En la que puede intuirse el año en el que se creó la empresa: 1843 con el nombre de "Sociedad Catalana para el alumbrado por Gas".
Ver Cronología.
O las baldosas del Paseo de Gracia en las que se recuerda, por parte de Bancotrans, que los populares bancos de Pere Falqués i Urpí de 1906 fueron restaurados en 1990.
También informan las losetas que se sitúan junto a algunos árboles de Barcelona. Gracias a éstas sabemos la especie de muchos ejemplares, su nombre en catalán y castellano, y su procedencia.
Sin embargo, también he encontrado algunas curiosidades, como este caso, poco habitual, en el que el nombre se forma utilizando dos baldosas cuadradas.
O algunas que, en lugar de orientarse hacia los peatones, se colocan hacia la planta leñosa, como si fuera ésta la que quisiera leer su nombre.
También en ocasiones la baldosa ha perdurado más allá del árbol que nombraba.
Y raras son estas baldosas, ya que poco corrientes son las encinas en el Paseo de Gracia.
Mis paseos en busca de panots me ha llevado a descubrir una serie de baldosas que podrían clasificarse según diferentes aspectos que le dan cierta personalidad. Tal es así que podrían ser las baldosas protagonistas de un cuento: "BlancaCelona y los siete Panotitos".
"BlancaCelona":
Aunque el color de los panots suele ser el gris, la gama de colores, desde las casi negras, hasta éstas, casi blancas, es extraordinario, dando a nuestras aceras un "colorido" que ríete tu de las vidrieras de la Sainte Chapelle.
"Gruñón", aunque cascarrabias, en realidad estaba enamorado de BlancaCelona, y tenía su corazón roto por ella.
No es raro ver algunos panots partidos. Solo en el
Paseo de Gracia parece que el Ayuntamiento se gasta 60.000 € en reponer las baldosas rotas o desaparecidas.
"Mudito" no dice nada. Tampoco puede decir nada el panot desaparecido o el No panot.
Que también podría llamarse "el panot cenicero". Uno de los más peligrosos para la integridad de los tobillos.
"Felíz". Un panot que vive contento, en libertad. Hasta se permite el lujo de irse al campo y rodearse de vegetación.
Las baldosas sueltas es muy corriente encontrarlas limitando los espacios destinados para acoger los árboles. Al estar sueltas van a parar a lugares insospechados, como es el caso de:
"Tímido"
"Sabio". Se pasó de listo el que nos quiso engañar con este trampantojo:
"Dormilón" carente de personalidad:
Y "mocoso", que a cada estornudo es capaz de crear un desastre. Como desastre de panot es éste:
Extraña forma de desgastarse. Y es que, aunque dentro de cada diseño las baldosas deberían ser iguales, si nos fijamos, veremos que existe una gran variabilidad, que hace que nuestras calles no sean tan monótonas como se pretende.
La variabilidad de diseños me ha llevado a buscar zonas en las que confluyeran, en poco espacio, diferentes panots. Por ahora solo he conseguido encontrar cuatro tipos reunidos, pero nunca los cuatro unidos por el mismo vértice. Mando aquí el reto de encontrar cuatro panots diferentes unidos por un solo vértice.
Y fruto de esta variabilidad es el efecto "patito feo", por aquello de continuar con los cuentos. Es el panot que ha quedado rodeado por otros diferentes. Panots solitarios en su especie.
La baldosa solitaria más habitual es también aquella que actualmente más se repone, por ello suele ser más nueva que las que la rodean, pero encontrar el caso contrario es un pequeño milagro en el que una baldosa antigua haya sobrevivido entre otras más modernas. No son éstas las únicas combinaciones que pueden existir, propongo que busquéis otras opciones.
Aunque estas tres entradas se han centrado en los panots, el pavimento de las calles de Barcelona no está únicamente formado por estas baldosas. Entre los más conocidos está el
vibrazo con el que se pavimentó el paseo central de Las Ramblas en 1968.
También la empresa
Escofet fabricó este diseño ondulante que nos recuerda que esta popular avenida tuvo un origen fluvial. Sin embargo, no es un diseño que haya tenido éxito más allá de esta zona. También de esta época fue el terrazo instalado en la
calle Pelayo del que ahora ya solo queda una muestra en la vecina calle Balmes en su tramo final.
El dibujo completo, ya que aquí falta el extremo que da a la calzada, sería el siguiente:
El pavimento vibrazo con relieve, está compuesto de agregados de mármol, granito o basalto aglomerados con cemento blanco coloreado.
Como comentaba Barcelonauta de
Caligrafias Urbanas, la loseta que cubre parte de la plaza María Cristina frente al Corte Inglés es una auténtica trampa para los tacones. El diseño de "doble L" deja en el centro unos agujeros muy traicioneros.
La pavimentación en piedra natural, excepto en el casco antiguo, no fue una práctica habitual; aunque, curiosamente, queda intacto el pavimento de la acera situada frente al Col·legi d’Advocats, en la confluencia de las calles de Mallorca y Roger de Llúria. Toda una rareza en el Eixample.
Aunque frente al Palau Baró de Quadras, sede de la Casa Asía, nada menos que en la Diagonal, el suelo presenta este aspecto antiguo:
Aunque no se trate de las aceras, es interesante recordar que las calzadas antiguamente también estuvieron recubiertas de adoquines. Actualmente son muy poco corrientes y éstos son algunos ejemplos. En el paseo del Borne y en las calles que rodean el Mercado pueden encontrarse todavía las "llambordes"
Precisamente es en esas calles que con las obras del Mercat del Born se están substituyendo los antiguos adoquines por otros nuevos. Aquí podemos ver las dos fases del proceso:
También en algunos pasajes todavía pueden encontrarse adoquines, como el Pasage Permanyer:
Por el momento hasta aquí lo que ha dado de sí el tema, aunque no descarto la posibilidad de hacer alguna entrada más relacionada con los panots y con el pavimento de Barcelona.
Ver además:
Barcelofília: Voreres al Carrer Pelai (1969-1992)
Panots amb lletres. Senyalització horitzontal de carrers
El far de Maians: Panots de Barcelona
Barcelona antiga - Llocs, costums i tradicions: Llambordes
Milerenda: Paseos curiosos por Barcelona (20ª parte)
Paseos curiosos por Barcelona (19ª parte)