jueves, 4 de noviembre de 2010

Trilogía

Dicen que un recurso literario consiste en encadenar tres adjetivos seguidos para dar ritmo a la narración. Si es así diré que esta tarde ha sido sabrosa, entretenida e interesante, pues he aprovechado mi tarde libre para ir a comer a un restaurante indio, para ver una película y disfrutar de una exposición de fotografía.

¿Sabíais que una mesa con tres patas nunca cojea? Es debido a que por tres puntos únicamente pasa un plano. Es lo que da estabilidad a los trípodes. También sucede que una estructura en forma de triángulo es más robusta que otra que conecte cuatro o más segmentos. Nuevamente el tres es la clave, pues el triángulo no puede rotar por ningún vértice sin romperse, y los otros polígonos sí. De esta manera volveré a definir mi tarde como rítmica, estable y robusta.

El restaurante indio es el Veg World India. Como su nombre indica es vegetariano (90% vegano). Lo encontrareis en la calle Bruniquer 26, en el barrio de Gracia. Al mediodía se puede comer el menú: buffet de ensaladas y sopa y de segundo a escoger entre dos platos. Yo pedí un thali. De postre: una bolita de leche.





Luego fui a ver "Los ojos de Julia". El segundo largometraje de Guillem Morales; un thriller en el que la ceguera tiene un protagonismo especial. No es una película redonda, pero se "deja ver".



Para concluir la trilogía me pasé por la Fundación Foto Colectania donde vi la exposición de fotografía de Paco Gómez, titulada "Orden y desorden", pues el fotógrafo extrae del desorden imágenes que nos recuerdan una mujer, un perro, una cruz... Es un artista de la ruina, del caos, que convierte lo feo, con su particular visión, en obras de arte.



Es curiosa nuestra manía de hacer agrupaciones de tres unidades. Podéis pensar en infinidad de ejemplos: los tres cerditos, las tres hijas del rey, la Santísima Trinidad, la Pinta, la Niña y la Santa María, las tres Gracias, las tres tallas: small, medium, largue, los tres monos, los tres poderes... Incluso aunque sean cuatro decimos que son los tres mosqueteros, los tres pies del gato o la regla de tres. No hay dos sin tres y pague dos pero llévese tres. A la de tres saltamos. Preparados, listos, ya. Encender tres cigarrillos con la misma cerilla trae, por ese motivo, mala suerte. Los podios están compuestos por tres escalones: oro, plata y bronce, o el oro, incienso y mirra de los tres magos. Es decir, que a partir del cuarto es un fracaso. Tres son multitud aunque existan los triángulos amorosos. El espacio está compuesto de tres dimensiones y el tiempo se divide en pasado, presente y futuro...

Un consejo final: no busquéis la magia en los números. Lo verdaderamente mágico es la vida.

1 comentario:

  1. Pues si, la magia esta en disfrutar cosas cotidianas y placenteras, hay que ver lo que da de si unas horitas por la tarde, ya me gustaria a mi hacer lo lo mismo.

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