jueves, 31 de julio de 2014

Paseos curiosos por Barcelona (22ª parte)

Tras más de un año sin publicar una entrada de Paseos Curiosos por Barcelona, volvemos a esta sección con un tema que, por la lentitud de su protagonista, bien podríamos echarle a él las culpas, ya que hacía mucho que lo esperábamos y ha llegado muy despacio. Efectivamente, se trata del caracol.

Cuando relacionamos al caracol con el entorno urbano, lo primero en lo que se piensa es en estructuras espirales tales como escaleras de caracol o rampas helicoidales que, por cierto, ya han aparecido en varias ocasiones en el blog: como cuando visitamos la Torre de Aguas de Catalana de Gas; o en la galería Vivienne de París; o en el Banco Atlántico; o en el Palau Güell. Y, hablando de Gaudí, sabemos que el arquitecto catalán era un entusiasta de la espiral ya que solía inspirarse en la naturaleza. ¿O era la naturaleza la que se inspiraba en Gaudí?



No olvidemos que, gracias a él, el Paseo de Gracia está plagado de espirales que recuerdan caracolas marinas. Ver: Paseos Curiosos por Barcelona (20ª parte)


Pero, incluso, algunas formas espirales pasan prácticamente desapercibidas a no ser que tomemos otro punto de vista como el que nos ofrece google maps. Se trata del parque del caracol de Horta.


Un parque bastante desconocido que descubrí gracias a Andrés de APU Barcelona Veodigital.
La espiral de la concha del caracol es una característica que este animal no solo comparte con escaleras o rampas, si no también con numerosos patrones helicoidales que encontramos en la naturaleza, la mayoría de ellos relacionados con el famoso número áureo. En futuras entradas me centraré en este otro aspecto de la espiral. Ahora, sin embargo, vamos a centrarnos en las representaciones del caracol como animal.

Castell dels Tres Dragons.



El castillo de los Tres Dragones, que se encuentra en el Parque de la Ciudadela, es obra de Lluís Domenech i Montaner y posee en todo el perímetro superior una serie de escudos cerámicos pintados en azul sobre fondo blanco. Algunos de estos dibujos tienen un claro carácter publicitario en referencia a los productos que se podían consumir en su interior y es que tan singular edificio se construyó para albergar el café-restaurante de la Exposición Universal de 1888. Joan Llimona y Alexandre de Riquer fueron los encargados de dibujar los cartones de los escudos, pero al no colocarse todos inicialmente, los siguientes se emplazaron cuando la función del edificio era ya la de Museo de Biología, por lo que éstos últimos hacen referencia a la flora y la fauna. En 1927 los dibujos corresponden a Pius Font i Quer y a Joan Baptista Aguilar-Amat. Como no, entre ellos podemos encontrar a un espécimen de caracol. (Rossend Casanova. Els referents estilistics de Lluís Domenech i Montaner i les seves confluencies al Museu d'Història.) En este enlace de Barcelona Modernista i Singular encontrareis las fotografías de todos los escudos.

Fachada del Paseo Picasso

¿Y dónde están los tres dragones? No los busquéis en el edificio ya que no los encontraréis, pues el origen del nombre le viene por la semejanza con el castillo de la popular obra cómica del teatro catalán del mismo nombre que escribió Frederic soler bajo el pseudónimo de Serafí Pitarra. Actualmente, existen tres dragones (más parecidos a lagartos que al ser mitológico) junto a un lago y surtidor, para justificar el nombre o como homenaje al mismo.
Como nos encontramos en lo que hasta 2010 alojó las colecciones de zoología del Museu de Ciències Naturals, (actualmente alojadas en el Museu blau del Forum) explicaré que los caracoles son moluscos gasterópodos provistos de una concha espiral y que se desplazan gracias a lentas contracciones de su pie musculoso y a la mucosa que segregan para evitar la fricción. La famosa baba de caracol rejuvenecedora, portadora de alantoína, pero en concentraciones tan bajas que no serviría de nada pringarse la cara de baba. De caracoles los hay marinos, dulceacuícolas y terrestres. Son hermafroditas, pero no pueden autofecundarse por lo que necesitan acoplarse dos individuos. Los primeros gasterópodos marinos que aparecen en el registro fósil son del Cámbrico. En el hall de la Illa podemos encontrar un posible fósil de gasterópodo del Mioceno. (Guia Fòssils urbans. Barcelona. Anna Cornella i Solans)



Los caracoles en la restauración.

Las conchas de los moluscos son muy apreciadas por los coleccionistas, pero además existe toda una cultura gastronómica relacionada con los caracoles. Es por este motivo que también podemos encontrar imágenes de caracoles en los reclamos de algunos restaurantes.

C/Comte d'Urgell, 17

Y yo me pregunto: ¿quién fue el primero que decidió comerse un caracol? Restos fósiles demuestran que ya en la edad de Bronce se consumían estos gasterópodos. El caso es que, a pesar de su flácido y espumoso aspecto, es un manjar que los romanos incluso cultivaban en los cochlearia, para su posterior ingesta. Actualmente, las especies comestibles rondan la veintena, siendo la más popular la del genero Helix que se cocina de diversas maneras: horneados con mantequilla y perejil, con salsas, etc. Pero, siempre es necesario purgarlos, lavarlos y cocerlos correctamente para evitar subsecuentes problemas. No olvidemos que los caracoles son vectores de parásitos.
En el frontal de la cafetería Estruch de la Avenida de la Catedral número 3, podemos ver un relieve, de autor desconocido, en el que se disponen diferentes manjares: langosta, jabalí, conejo, ostras, codorniz, salmón.


Y, cómo no, un caracol.



Pero, si hay un restaurante de fama internacional, éste es el restaurante Los Caracoles. De hecho, en mi reciente visita forzada a Brighton, uno de los recepcionistas de cierto hotel me dijo que lo que más le impactó de sus vacaciones por España fue el restaurante Los Caracoles. Todo un clásico en la restauración barcelonesa.


























Palau Macaya.

Los caracoles tienen, en las diferentes culturas, varios significados; pero muchas los asocian con la lentitud. Este es el significado que posiblemente se le da a la representación que podemos ver en los arcos de la entrada al Palau o casa Macaya del Paseo Sant Joan número 108. Ver: 48 H Open House BCN: Casa Macaya y Paseos Curiosos por Barcelona (4ª parte)


Eusebi Arnau contrapone la lentitud del transporte en burro simbolizado por los caracoles a la velocidad de los nuevos tiempos representadados por la bicicleta que conducía el propio Puig i Cadafalch, arquitecto del edificio.


También en el patio interior, en los laterales de la escalera que da acceso a la planta noble, puede verse la imagen de otro caracol.


Sin embargo, en este caso, lo más probable es que este ornamento forme parte de la serie de imágenes que decoran el resto de la gualdera y que hacen referencia a cuentos o leyendas populares.
Pero como reprochar al caracol su lentitud si siempre lleva la casa a cuestas. Extraído de Autoliniers.


Recinto modernista de Sant Pau.

La lentitud puede ser la interpretación que se dé a los dibujos del restaurado Recinto Modernista de Sant Pau. La velocidad de la liebre o la habilidad del mono en contraposición a la exasperante lentitud del caracol.






















Caracoles en los logotipos

Y es que, ¿quién utilizaría al caracol como logotipo para su empresa, siendo éste un símbolo de la lentitud? A ninguna empresa les gustaría que los asociaran con esta característica tan poco recomendable para un negocio. Pues yo he encontrado una:



Se trata de uno de los más antiguos trenes de lavado de Barcelona amenazados por el avance de la Sagrada Familia (otro ejemplo de lentitud, sin duda). Dado que se trata de un túnel de lavado y puesto que el caracol aparece cuando llueve, es posible que se lo haya relacionado con esta característica común entre caracoles y vehículos que pasan por el servicio de limpieza. Además, los coches suelen circular con lentitud en el interior del tren y una vez que salen relucen como el sol. Tras la tempestad siempre viene la calma.

Catedral de Barcelona.

Pero olvidamos otra característica anatómica de los caracoles, sus cuernos. Los tentáculos que albergan los ojos han dado pie a una leyenda acerca de los caracoles que podemos encontrar en la catedral.


Según la leyenda la imagen del caracol representa los cuernos que el maestro de obras puso simbólicamente a su mujer infiel, aunque serían más plausibles otras interpretaciones, como la de recordarnos la plaga de estos animales que sufrió la ciudad durante la construcción del edificio, o que servían para indicar las localizaciones de las escaleras de caracol. (Volvemos al inicio del post).

Passeig Lluís Companys

Y es que no siempre se relaciona al caracol con aspectos negativos, por ejemplo, en la cultura azteca era el dios de la Luna, por aquello de que salían de noche, y por su concha en forma espiral, la masonería podría considerarlos un símbolo de buena suerte ya que las escaleras de caracol es un emblema masónico muy utilizado en las catedrales construidas bajo su mano.



Los simpáticos caracoles que vemos en los maceteros del Passeig Lluís Companys podrían tener este simbolismo, aunque no siempre hay que buscar significado a todo. Como el caso que nos ocupa a continuación.

Las Casas de los caracoles. C/Tamarit, 89 y C/Entença 2.

Si en algún lugar el caracol es el auténtico protagonista es en este edificio. Os reto a que vayáis a la confluencia entre las calles Tamarit y Entença y que contéis cuántos caracoles hay en su fachada.

Eso sí, buscadlos en las puertas:


En las ménsulas de los balcones:


En las barandillas de hierro:



También aquí existe una leyenda que justifica la desmedida pasión por el animalito en este chaflán barcelonés y muy bien explicada en dos artículos de El País por Ignacio Vidal-Folch: Ensueños de caracol y, más recientemente, por Xavier Theros: Las casas de los caracoles. Pero, ¿siempre es necesario justificarlo todo? Parece que es una debilidad humana encontrar un significado a todo. Y las leyendas urbanas, transmitidas por tradición oral, acaban por parecernos plausibles a fuerza de repetirse. El origen de la que nos ocupa bien podría hallarse en las imágenes que, por duplicado, coronan el edificio.


Se trata de dos personas que esperan que una tercera salga de una gruta a la que había entrado en busca de caracoles. Cuenta la leyenda que toda la decoración del edificio es un homenaje al caracol en agradecimiento por la suerte que dos ancianos pobres tuvieron al encontrar un caldero lleno de monedas en una cueva cuando lo que buscaban eran solo caracoles. Los ancianos encargaron entonces la construcción de este par de casas completamente decoradas con caracoles. No olvidemos que, cuando el edificio se construyó, a finales del siglo XIX, todo aquello eran campos y chabolas. La gente que vivía ahí era pobre y solían salir en busca de setas, hierbas aromáticas, espárragos y, por supuesto, caracoles. Ver: Barcelona modernista i singular: les cases dels cargols. Y no es ésta la única Casa dels Cargols, también en Hospitalet de Llobregat tenemos su homóloga.

jueves, 10 de julio de 2014

Estructuras británicas

Durante el reciente viaje a Inglaterra pude volver a ver algunas estructuras que ya conocía y otras que me sorprendieron.

























London Eye
El Ojo de Londres también conocida como la Noria del Milenio por haber sido abierta al público en el año 2000, fue, por aquel entonces, la mayor noria del mundo. Su ubicación no estuvo exenta de críticas y también se ha visto envuelta en polémicas financieras. En varias ocasiones se había anunciado su desmantelamiento, pero la noria sigue allí, formando parte del skyline londinense.


La enorme rueda de 135 m de altura posee unos radios interiores como los de una bicicleta y se sustenta por dos enormes patas en forma de A con un peso de 310 t. En su perímetro se alinean 32 cápsulas acristaladas para 25 pasajeros con una longitud de 8 metros que dan una vuelta completa cada media hora.


Aunque el precio es elevado y, en ocasiones, las colas son largas, sin embargo, las vistas de la ciudad son inmejorables, pudiéndose ver hasta 40 km a la redonda. Desde que se inauguró, casi siempre que he visitado Londres, he tenido la oportunidad de subir al London Eye, y en esta última ocasión tuve la fortuna de no hacer cola, ya que subimos en la última cabina del día y ya no quedaba nadie. Además las vistas del atardecer eran espectaculares, tal y como mostré en un post anterior.

La cúpula del British Museum
La cubierta de vidrio y acero de Norman Foster recuperó un espacio cerrado al público: el patio central del Museo Británico.



A pesar de las 420 t la estructura en forma de malla es de una ligereza visual que junto a la matizada luz que penetra desde el exterior invita al visitante a moverse entre las salas atravesando o deteniéndose en el patio central.

La renovada estación de King's Cross
Una estructura parecida cubre el nuevo vestíbulo de la estación de King's Cross. Otro ejemplo de como entrelazar la tradición con la modernidad.


El diseño se debe al estudio británico de John McAslan. La retícula se apoya en una estructura central en forma de árbol que se despliega hacia todo el perímetro sin apoyos intermedios.


Mientras otros se hacían fotos en el cercano andén 9 3/4 de Harry Potter, yo disfrutaba del armazón de acero y vidrio tornasolado que cubría la estación. Espectacular es el contraste con el ladrillo de los edificios restaurados. Se aprovechó para restaurar el ala norte que fue destruida durante los bombardeos de la II GM y que ha sido reconstruida según el diseño original.

El puente matemático de Cambridge
Si pasean en barca por el río Cam puede que pasen bajo este singular puente, y que el "punter" les explique una historia que, amparada por la figura de Isaac Newton, acabe adquiriendo la verosimilitud de las historias reales.


Cuenta la leyenda que este puente lo diseñó Isaac Newton y que, gracias a su ingenio, pudo construirlo sin necesitar clavos, tuercas ni tornillos. El puente desafiaba a la propia gravedad newtoniana. Unos estudiantes lo desmontaron para recrearlo posteriormente y entonces sí que tuvieron que utilizar los elementos de unión que lo mantiene en pie.
Hasta aquí lo que te explican, lo que no cuentan es que este puente se construyó por primera vez en 1749 mientras que Newton murió en 1727. Los verdaderos artífices del puente fueron William Etheridge como diseñador y James Essex como constructor. El diseño original ya incluía tuercas y tornillos. Si bien tiene la particularidad de que las juntas están lo suficientemente escondidas como para que parezca que las tablas se mantienen por sí solas. La autentica originalidad de este puente reside en que una serie de tablas rectas acaban formando un precioso arco.
Lo único que se salva de la leyenda es que sí que ha sido reconstruido, y un par de veces: en 1866 y 1905, pero respetando el diseño original.
En la próxima ocasión que pasen bajo el puente matemático y que alguien les quiera explicar un cuento, les propongo esta otra historia: el puente bajo el que vamos a pasar es el puente de los mentirosos, cuando alguien que cuenta una mentira pasa por debajo (y dado que el puente carece de remaches) éste se viene abajo. Entonces, por miedo a que se desfonde admitirán la falsedad de la historia. ¿Pero qué pasará cuando lleguemos a su altura? Pues que el puente se hundirá, ya que los puentes de mentirosos no existen. ¿O tal vez sí?

El desaparecido West Pier de Brighton
Cuando visitas Brighton no puedes dejar de sorprenderte que rompiendo la monotonía de la playa exista una estructura apuntalada en el mar y que se encuentra en un estado ruinoso. ¿Qué es?


Se trata de lo que queda de un antiguo muelle que tras su abandono, tormentas y un par de incendios, ha acabado en un esqueleto de madera que milagrosamente aún se mantiene en pie.
El West Pier se inauguró en 1866. Tenía una longitud de 340 m. y se sustentaba por numerosas columnas de hierro fundido que se anclaban en el fondo del mar. Es posible encontrar en Internet fotografías en la época de máximo esplendor:


Sin embargo, en 1975, al no encontrar comprador, acabó cerrándose por el alto coste del mantenimiento. En diciembre de 2002 una fuerte tormenta provocó graves desperfectos en la estructura. Cayó la pasarela que conectaba la sala de conciertos con el pabellón.


En 2003, dos incendios, producidos en extrañas circunstancias, acabaron por destruir los edificios que aún quedaban en pie.

El resultado es el que ahora podemos ver. Existe un proyecto de construcción de una torre mirador, pero mientras tanto el viejo muelle se resiste a desaparecer y, como un fantasma del pasado, aparece en las fotos de la playa de Brighton.


 Más información: El esqueleto del West Pier

domingo, 6 de julio de 2014

Ruta Hermes por Ciutat Vella

El pasado 4 de julio y con motivo de la exposición que hasta el 13 de septiembre puede verse en la fundació SETBA, se organizó paralelamente una ruta a la caza del dios Hermes por Ciutat Vella.
Nuestro punto de encuentro fue la Plaza Real.


Desde ahí y guiados por Neus Prats y Mariana Oviedo


Iniciamos la ruta que nos llevaría por las calles de Ciutat Vella.







 En el trayecto vimos decenas de representaciones de Hermes. Estas son algunas de ellas.






Al acabar la ruta regresamos a la plaza Real y visitamos la exposición en la Fundació SETBA: Caçadors d'Hermes.









La ruta fue cubierta por los informativos de Btv.