Una tarde improvisada

Hay quien dice que no me gusta improvisar, pero se equivoca. En ocasiones, no hay nada más estimulante que ir descubriendo lo que se esconde tras cada esquina a medida que avanzas.
Lo único que se ha cumplido según el plan preestablecido ha sido lo que precisamente nos ha llevado a salir de casa, y es el cambio de un regalo que el Tió defecó por duplicado. Pero, una vez cumplido nuestro propósito, todo ha ido evolucionando según el designio de nuestro capricho: queríamos ir a comer a un vegetariano, pero hemos acabado en un indonesio; quería pedir arroz, pero he pedido tallarines; queríamos ir a un museo, pero el museo lo hemos encontrado en la calle.

Vegan Bunnies

Un imitador de Banksy

SM172

SM172

Mirilla múltiple

SM172

Fatal Fake

La metamorfosis

SRam23

Zone

Zone y Vegan Bunnies

Y, cuando la luz decaía, lo cual nos indicaba que debíamos volver a casa ya que Ángeles había quedado con una vecina, decidimos que aprovecharíamos esa luz para seguir haciendo fotos...pero eso ya será materia de otra entrada.