domingo, 19 de diciembre de 2010

Sopa de cebolla


Si alguien me hubiese dicho hace años, que me gustaría la sopa de cebolla, le hubiese dicho que ni hablar. Es curioso, debe ser que cuanto más mayor te haces, al menos en mi caso, tienes menos prejuicios en probar sabores nuevos y platos que antes te parecían imposibles y que se acaban convirtiendo en tus platos favoritos. Desde luego que hay comidas que aún las tengo atravesadas, pero si las circunstancias me llevan a comerlas, hago el intento y me las como. Éste ha sido el camino que ha recorrido esta sopa tan francesa et moi.
Pero para que me apetezca hacerla y disfrutarla han de coincidir dos circunstancias: que haga mucho frío, y que tenga queso Comté en casa. También se podría hacer con Emmental, pero no es lo mismo, al menos para nosotros.
Os pongo un poco de historia de este queso (Fuente Wikipedia)

Es mencionado este queso por varios autores, desde Plinio el Viejo en la antigüedad a Víctor Hugo en el siglo XIX. Se trata, pues, de un queso antiguo, producido al menos desde los tiempos de Carlomagno. Originalmente se hacía en comunidades aisladas lejos de los mercados, por lo que sólo podían vender el queso unos pocos días al año. Hacían grandes ruedas de queso para conservar los excedentes de leche y poder almacenarlos durante el largo invierno. El Comté nació en los tiempos en los que la rudeza de los largos inviernos obligaba a los seres humanos a pensar colectivamente en su subsistencia. Eran lecherías alpinas llamadas fruitières, de las que aún quedan en la meseta del Jura. Obtuvo el reconocimiento AOC en 1952, siendo el primer queso francés que la obtuvo. Debe llevar en la etiqueta el logotipo con las iniciales INAO, las palabras «Appellation d’Origine Contrôlée» y el nombre del queso.

Bueno, vamos por la receta, que es muy simple, las cantidades serían para cuatro personas, hay muchas variaciones, un paseito por la Red nos darán múltiples posibilidades, la que os pongo es la mía.

Ingredientes:
- Cinco cebollas grandes
- 30 gramos de mantequilla
- Un litro de caldo (verduras, pollo)
- Tostadas (de chapata en mi caso)
- 100 gramos de queso Comté o Emmental rallado
- Un poco de aceite de oliva
- Sal

Preparación:
Pelar las cebollas en rodajas, lo más finas que se pueda. Si lo hacéis con mandolina mucho mejor. Las freís en una cazuela mediana a fuego muy suave, en la que habréis puesto el aceite y la mantequilla, os ha de quedar tostadito, pero no quemado, hay que estar removiendo y vigilando en todo momento. Esto puede tardar veinte o treinta minutos.
Cuando ya esté tostadita, le añadiremos el caldo, y dejamos hervir diez minutos.
Repartimos en cazuelitas aptas para el horno el caldo y la cebolla y una tostada, o dos, o tres, teniendo en cuenta que en la sopa el pan hará algo de mazacote. Si os quedáis cortos de pan siempre se puede poner después.
Ponemos el queso rallado por encima, y al horno. Si no estáis seguros de que vuestro recipiente sea apto para el horno, dejad la puerta del horno medio abierta unos cinco o diez centímetros y así seguro que no se romperá. Dejamos que se gratine y ya está.


Espero que alguien se anime a hacerla o probarla, y que disfrute de una sopa humilde y magnífica en su sencillez, seguro que si os gusta, tendréis la sensación de estar confortados en un día de frío en cuerpo y espíritu.

8 comentarios:

  1. En mi familia la sopa de cebolla nunca falta en Navidad y es cierto que primas mías sin pasión por la cebolla la adoran. Pero yo tengo muchos prejuicios con la cebolla y por más que me insistan en que el sabor predominante no es el de la cebolla (o no tal y como uno se lo espera) yo debo confesar aquí que nunca me he decidido a probarla.

    La tuya ha quedado con una pinta buenísima y por el entusiasmo con que hablas de ella os ha tenido que saber a gloria :)

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  2. A mí me encanta, pero me sienta mal. :(

    Tiene una pinta estupenda.

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  3. A mi me pasaba igual Cristina, quien sabe, quiza un dia la pruebas y te gusta, o no.
    Lo cierto es que con la cebolla no hay gris o te encanta o la detestas.
    Elvira, a mi me pasa lo mismo, no me puedo exceder mucho sino quiero pasarlo mal y con el ajo tambien, cada dia lo tolero peor.

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  4. Hola Angeles!!
    No sé cómo descubrí tu blog (supongo que por el de Cristinita) pero ya ves que ya soy tu fiel seguidora. Por cierto, yo también he estado en Tarragona y, lo más alucinante, en el mismo hotel que tú. Lo encontré por internet y como los comentarios eran tan buenos, lo escogí, y la verdad es que fue todo un acierto. Me alegra coincidir contigo.
    Un abrazo

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  5. La cebolla siempre me ha gustado mucho (es una de las pocas verduras que me entuasiama, lo verde no es lo mío) pero no probé la sopa hasta que fui a París y me convertí en una verdadera adicta. La pido hasta en comidas en grupo y me miran raro :P

    Besos

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  6. Hola Marta, gracias por hacerte seguidora. Que casualidad lo del hotel! nosotros tambien lo vimos por internet, y ya hemos estado dos veces, era muy tranquilo y la ciudad es muy agradable.
    LittleEmily, que envidia me estas dando, comerte la sopa en Paris debe ser la pera, animate a hacerla un dia en casa.
    besos a todas

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  7. Que buena pinta!!! como os cuidais!! :-) Para cuando la receta de las croquetas? jaja!

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  8. Enrique: Yo tb me habia planteado algo parecido, pero la década no empezo en 2010...desde donde se empieza a contar exactamente. Por otro lado, y en relación a lo que planteas sobre 2080 puede ser que como ahora hemos vivido 100 de cambios muy rápidos, esos cambios ahora se relenticen y no exista tanta diferencia entre 2010 y 2080...nse por otro lado, creo q a mis nietos les sonará raro que yo haya nacido en 19...y no en 2000 jaja paranoias...FELIZ NAVIDAD!!

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