miércoles, 30 de marzo de 2011

Roger Waters "The Wall"

Ayer tuve mucha suerte. Tuve la suerte de tener un amigo que se acuerda de ti cuando le sobra una entrada y tuve la suerte de poder asistir a un concierto que, a pesar de algunas críticas que he leído, mereció mucho la pena haber visto. Antes, unos espesos nubarrones amenazaban con estropear la noche, haciéndome creer que tales señales pudieran presagiar algún tipo de desastre.




Pero nada más lejos de la realidad. Tras una larga espera a pie de pista, amenizada por una cerveza, y la agradable charla con mi amigo M, el inicio del espectáculo me dejó boquiabierto.



A pesar de haber visto en vídeo el concierto que Roger Waters dio en 1990 en Berlín para conmemorar la caída del muro, la sorpresa de la noche fue continua. Ante un espectáculo de tales dimensiones es lógico quien diga que han dejado la música de lado, tapando los defectos con marionetas y cerdos voladores, sin embargo, también gocé de extraordinarios momentos musicales. Resulta gracioso porque hace poco también asistí, en este mismo escenario, al concierto de Supertramp, y en aquella ocasión leí críticas que iban en sentido opuesto. Está claro que siempre habrá quien le busque los tres pies al gato. Yo solo sé que me lo pasé en grande.


Profundizando en mis escasos conocimientos sobre el origen del álbum, he leído que Roger Waters tuvo la idea del muro como reacción a un mal comportamiento que tuvo ante un espectador. Pensó entonces en levantar un muro en el escenario que lo separara de la audiencia. A esta idea inicial se le añadieron otros "ladrillos": la guerra, la sobreprotección materna, el fracaso sentimental, la violencia policial, la educación infantil o la locura.


Tras tan original puesta en escena, en la que poco a poco se va completando el muro, la apoteosis llega cuando éste cae. Y como esto que estoy escribiendo ya empieza a parecer otro ladrillo del muro, os dejo algunos vídeos grabados con la compacta que, aunque de baja calidad, os pueden dar una idea de la fastuosidad del espectáculo. Como decía Cecil B De Mille: una película debe empezar con un terremoto y luego ir subiendo, pues Roger piensa que un concierto debe empezar con unos grandes fuegos artificiales y una avioneta chocando contra el muro y luego ir subiendo.





5 comentarios:

  1. Guau! Debió ser espectacular... hace muchos años que no voy a un concierto y eso que estoy en la edad, que dirían en casa...

    Besos

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  2. Yo ya tengo claro que no estoy para conciertos, pero comprendo que te gustase. Y tu segunda foto me ha encantado, me parece buenísima.

    Besos

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  3. Pues nada, es cuestión de animarse littleEmily cuando veas que haya un concierto que te interese no hay que pensarselo. Yo tengo épocas en las que he ido más a menudo. Y esta vez me han invitado, si no tampoco hubiera ido.
    Hola Elvira, gracias por lo de la foto. Me llevé la cámara pequeña una Cannon ixus 960, que en oscuridad cuesta que queden bien las fotos, pero es que en medio de un montón de gente moviéndose no me atrevía a llevar otra. Aún así esa foto, y otra que hice justo antes de que se hiciera de noche definitivamente, quedaron bien.
    Besos a las dos

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  4. Coincido con Elvira en que la segunda foto es preciosa. Cuando nosotros pasamos por ahí había un poco más de luz, pero ya vi que la escena tenía potencial. Sin embargo, los mosquitos pudieron más que el arte...

    Me ha gustado tu crítica. El concierto estuvo muy, muy bien.

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  5. Gracias Cristina. Al parecer llegaste en el momento de los mosquitos, pues luego no habían. También tuve la suerte de llegar en el crepúsculo, pues minutos después ya no se veía nada. Entonces fue cuando entramos. También a mí me gustó lo que escribiste en tu blog sobre el concierto.
    Besos

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