martes, 28 de octubre de 2014

48H Open House BCN: Casas Sayrach y Montserrat.

En esta quinta edición del 48H Open House BCN he decidido empezar con una visita tranquila: las casas Sayrach y Montserrat situadas en la confluencia de Enrique Granados con Diagonal.

Casa Sayrach

En ambas casas únicamente se entra en el vestíbulo, pero para mi sorpresa, la visita nos la hizo Manuel Sayrach hijo del arquitecto y escritor del mismo nombre, lo cual le daba a sus explicaciones un aire entrañable y cercano, muy diferente a otras explicaciones aprendidas mecánicamente. También durante nuestra visita, la primera del día, La Vanguardia realizó un reportaje sobre estas casas modernistas.

Manuel Sayrach entrevistado para La Vanguardia

El reportaje es el siguiente:


Como explica nuestro guía de lujo, entrar en el vestíbulo de la casa Sayrach es como entrar en un templo, pero un templo dedicado a la naturaleza, al agua, al aire... El agua está claramente representada por múltiples elementos que nos recuerdan el fondo marino: medusas

ondulantes líneas que evocan un suave oleaje


conchas en los techos


el esqueleto de una ballena


y, aunque no lo he oído ni leído en ningún sitio, a mí la decoración de esta lámpara me recordaba la linterna de Aristóteles de los erizos de mar.


Y es que en esta casa no hay ángulos rectos. Ésta característica, junto con la inspiración en la naturaleza, muestra claramente la influencia gaudiniana en la obra de Manuel Sayrach y Carreras. Pero ¿dónde está representado el aire? Tenemos que imaginarnos el fondo del vestíbulo abierto, ya que el edificio comunica con el interior de la manzana para comprender esta idea. Sin embargo, una puerta nuevocentista cierra actualmente el acceso.


La casa Sayrach es de un estilo modernista tardío, de hecho es considerada la última en este estilo, ya que en 1918 los arquitectos abandonaban la estética modernista. Aunque el proyecto fue firmado por Gabriel Borrell i Cardona, se le atribuye a Sayrach ya que éste no tenía todavía el título de arquitectura para poder firmarlo. Conocida también como casa de la nata, por la mansarda blanca que corona el edificio, ésta se articula por una bisagra que conecta dos fachadas que dan a las calles antes mencionadas. La esquina se corona con un templete que la hace inconfundible cuando paseas por la Diagonal. Esta arquitectura sinuosa y barroca se puede observar también en el magnífico vestíbulo, en el ascensor, en el pasamanos de la escalera, en todos sus bellos detalles.


Pero nuestro guía no se limitó a hablar de la arquitectura, quiso destacar que su padre fue un humanista y que cultivó también la literatura, el diseño y la política. De hecho en 1922 presentó a Francesc Macià un proyecto de república catalana. En cuanto a su obra literaria publicó Abelardo y Eloísa (1919) y Reigzel (1920) concebidas, por influencia de Wagner, como piezas integradoras de las artes dentro de un ciclo de siete grandes Dramas de la luz a las que hubiera gustado poner música.



También concibió un espectacular panteón familiar cuyo resultado final fue más modesto que el de los planos originales.


En él reposan también los restos de la que fue su mujer Montserrat Fatjó dels Xiprers con quien tuvo cinco hijos en los seis años de matrimonio que pasaron juntos.


El amor de Manuel por Montserrat se refleja en la casa contigua, conocida por ello como casa Montserrat. Ya en el portal puede verse una M y un fruto que hace referencia al apellido.


Pero es que es entrar en el vestíbulo y ver que éste fue concebido como un teatro al amor.

Telón del teatro y lazo del amor

La cueva origen de la civilización y columnas clásicas

Las dos emes se unen en la decoración, la M de Montserrat y la M de Manuel.

Las dos emes bajo la figura de un pulpo

Y los elementos orgánicos, marinos, siguen estando aquí presentes.


La casa Montserrat es un tributo al amor a su mujer con quien podemos ver aquí sentados en un banco de una casa conocida como la Torre dels dimonis.

Fuente de la fotografía: manuelsayrachcarreras.cat

Precisamente ésta fue la última historia que su hijo nos explicó a las puertas de la casa que da a Enrique Granados. Manuel reformó esta villa e incluyó unos dragones en el murete que recordaban a unos demonios y que por ello recibió este nombre. Desgraciadamente la finca de veraneo fue derribada en los años sesenta.


En este enlace podréis ver un esplendido reportaje en catalán de Manuel Sayrach y Carreras realizado por Albert Bonet y con el que podréis completar la información y ver muchas más imágenes de estas dos magníficas casas y del resto de su particular obra.

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