miércoles, 17 de agosto de 2011

Estocolmo: Museo Vasa y Skansen

Desde que en 2004 visité Estocolmo por primera vez me enamoré de esta ciudad y dado que entonces el viaje se debió a la entrega de un premio a un amigo científico, no pude disfrutar de la ciudad todo lo que hubiera deseado. Además, Ángeles no me acompañó en aquella ocasión, y deseaba con todas mis fuerzas que ella también la viera. Es decir, que la viéramos juntos, pues considero que Estocolmo es una de las ciudades más románticas que he visitado. Ya el año pasado teníamos previsto este viaje, pero tuvimos que aplazarlo hasta este verano debido a la lesión de rodilla de Ángeles. Desde entonces que teníamos la guía en nuestras manos, pero no quería leerla hasta estar seguro de que podríamos ir. En ella se puede leer: "En Estocolmo siempre se está cerca del agua. Las 14 islas de la ciudad crean una seductora simbiosis entre cultura y naturaleza, que ofrece alicientes para cualquier visitante. Además de las hermosas vistas desde el agua, es muy agradable recorrer la ciudad a pie, especialmente los pequeños callejones medievales de Gamla Stan y la frondosa isla de Djurgarden".

Maqueta de Estocolmo en el Kulturhusset
Planificación del viaje: Cuando viajas a cualquier lugar te planteas diferentes cuestiones. La primera es donde irás (este tema ha quedado explicado en el primer párrafo) y en qué época del año es mejor viajar. En el caso de una ciudad situada al norte de Europa, el verano parece una buena opción, aunque hay quien la visita en invierno y no dudo que también tendrá su encanto, pero incluso en esta época es necesario llevarse algo de abrigo. La segunda cuestión que uno se plantea es cuantos días son necesarios. Hay quien dice que en 3 días ya lo has visto todo, pero es relativo. Nosotros hemos necesitado 4 días, más los de ida y vuelta, que casi no los aprovechamos. Lo tercero es dónde te alojarás. En 2004 estuve en un hotel de las afueras. Estaba muy bien, era el Scandic Alvik, pero demasiado alejado del centro. En esta ocasión hemos escogido el hotel Hellsten que, aunque no está tan céntrico como hubiera deseado, está bien comunicado y su calle es muy tranquila. Tiene muchos restaurantes por la zona y varios supermercados. En cuanto a las habitaciones leímos que eran pequeñas, y así es. El cuarto de baño también, y en nuestra habitación no había ni armario, sin embargo, todo está colocado de forma racional y no resulta incómodo. Además, tuvimos la suerte de estar en la última planta (5ª planta) cuyas habitaciones disponen de pequeñas terrazas en las que relajarse por la tarde mientras ves ponerse el sol. El personal del hotel fue muy amable con nosotros en todo momento. Pero para conectarse a Internet tenías que hacerlo desde los ordenadores del hall. No tenían Wifi.
Lo que uno se plantea a continuación es cómo distribuir los días, y eso estaba directamente relacionado con la Stockholm Card. Aún no habíamos decidido cual comprar, pues hay para 3 y 5 días, pero no para 4 que es la que nos hubiera ido mejor. Finalmente nos decantamos por la de 5 días que compramos en la oficina de turismo del mismo aeropuerto. Por cierto, que desde el aeropuerto de Arlanda hay varias opciones para llegar a Estocolmo, y alguna de ellas está incluida en la Stockholm Card, pero tras un viaje en avión siempre tenemos ganas de llegar lo antes posible al hotel, por lo que cogimos el Arlanda Express, que en 20 cómodos minutos te deja en el centro de la ciudad. De allí fuimos en metro (la Stockholm Card aunque dispone de un chip, no te abre las puertas del metro, así que si la compráis no intentéis hacerla pasar por las ranuras o los lectores, la puerta no se abrirá y quedareis como tontos, solo tenéis que mostrarla al encargado de las taquillas y os abrirá la puerta). También en el mismo aeropuerto sacamos algunas Coronas suecas. No es necesario llevar gran cantidad de suelto, pues normalmente se puede pagar con tarjeta en cualquier sitio y cantidad.

En nuestro primer día en Estocolmo dimos un paseo por el centro. Primero paseamos por el Parque del Observatorio.



Es un frondoso parque que esconde el Observatorio más antiguo del país, del 1753. Tras rodear el parque bajamos por Drottninggatan, una calle peatonal muy animada y llena de tiendas (algunas un tanto curiosas).


Finalmente llegamos a la plaza de Hötorget donde hay un colorido mercado al aire libre de frutas, verduras y flores.


Por cierto, Greta Garbo trabajó como dependienta en la sombrerería de los grandes almacenes PUB de esa misma plaza.


También en la plaza se halla el Kontserhuset, sede de la Real Filarmónica Sueca, y donde se realiza la entrega de los Premios Nobel. Frente a la fachada se puede ver el grupo escultórico Orfeo de Carl Milles.


Ya que estábamos allí aprovechamos para probar la comida del Kungshallen. Un restaurante de comida rápida en el que pides lo que te apetece de cualquier nacionalidad y te buscas luego la vida para sentarte donde puedas. No nos gustó, quizás no tengamos edad para ese tipo de locales, pero es que además las que sirvieron a Ángeles fueron un poco maleducadas. Luego nos resarcimos un poco sentándonos en la terraza de la entrada con un Chai Latte y una cookie viendo pasar a gente peculiar.
(Aprovecho para decir ahora, pues si no reviento, que las fotos que hice con la Reflex el primer día y en los museos del día siguiente, las perdí, por lo que todas las primeras fotos son de Ángeles con la compacta, que además tenía una mancha en el objetivo, de ahí ese destello borroso que se ve en todas las fotos, luego ya lo limpiamos. Nunca había perdido unas fotos y os aseguro que da mucha rabia).
De ahí seguimos bajando hasta llegar a la plaza de Sergels Torg. Una plaza con dos niveles y un enorme obelisco de cristal del escultor Edvin Öhrström y que se ilumina de noche.


Al fondo se ve la Kulturhuset, aunque no entramos en esos momentos, si no que subimos por Sveavägen hasta el hotel donde había un concierto de Jazz, pero estábamos demasiado cansados por lo que nos relajamos en la terracita de la habitación.
Al día siguiente decidimos hacer una visita a la isla de Djurgarden. Es un lugar increíble en medio de una ciudad, forma parte del parque nacional urbano de Estocolmo, único en el mundo. En él hay varios museos, un acuario, zonas históricas, y hasta un parque de atracciones. Todo no te lo acabas en un día. También lo cruza un tranvía, el número 7. Nosotros decidimos empezar por el Vasamuseet. Siempre solemos empezar por aquellos lugares en los que preveemos que pueda haber más gente. Por cierto, la Stockholm Card no te permite entrar directamente, también tienes que hacer cola en la taquilla donde te pasan la tarjeta por un terminal que registra en el chip que has entrado, pues solo la puedes usar una vez en cada sitio. En la taquilla también te dan la entrada o simplemente te dejan pasar. Por cierto, el desayuno del hotel no estaba tan mal como habíamos leído, obviamente hemos comido de mejores, pero también de mucho peores.


El buque de guerra real Vasa se hundió el día de su inauguración en 1628 a 100 metros de Djurgarden. Fallecieron 50 personas y solo pudieron salvarse los cañones. No fue hasta 1956 que lo encontraron e iniciaron las labores de rescate. En 1990 se inauguró uno de los museos más populares, no solo de Suecia, si no de toda Escandinavia, a tan solo una milla marina del lugar del desastre.
Para no hacer la entrada muy larga he creado en Flickr albums con las fotos que hicimos y así resulta más cómodo verlas mediante las presentaciones. Fotos del Vasa. Mientras estábamos dentro empezó a llover, por lo que hicimos tiempo esperando a que parara, teniendo en cuenta además, que nos habíamos dejado los paraguas en el hotel. Cuando la lluvia remitió nos dirigimos hacia el Nordiska museet. En él pueden verse: vestidos, mesas puestas, casitas de muñecas, tradiciones suecas, casas nórdicas. Lo vimos rápido, y además curiosamente hacía demasiado calor para nuestro gusto.





Tras pasar por el bar y la tienda, fuimos hacia Skansen al ver que el día iba aguantando. Antes entré yo solo en el Biologiska Museet, solo por curiosidad, desgraciadamente las fotos que ahí hice forman parte de las que desaparecieron.
Skansen es el primer museo al aire libre del mundo inaugurado en 1891 con objeto de mostrar cómo vivía la gente de otras épocas. Contiene casas y granjas que se trasladaron hasta aquí y un casco urbano con viviendas de madera y talleres de artesanía. Por todas partes puede verse la flora y la fauna nórdicas, con lobos, osos y alces en su hábitat natural, y criaturas exóticas en el acuario del parque.


Lo más sorprendente del acuario (se tiene que pasar otra vez por taquilla, aunque la Stokholm Card sirve, no así para el funicular) es que pasas por una jaula de lemures que se te ponen encima. Ese día disfruté como un chaval y prueba de ello son toda esa enorme cantidad de fotos (que por suerte no perdí) que podéis ver en: Fotos de Skansen.
Tras una jornada tan intensa regresamos al hotel pero antes nos pasamos por un restaurante italiano donde me cruspí una pizza del tamaño de una rueda de tractor, pero que estaba deliciosa.
Podría explicar muchas más cosas, pero no quiero hacerme pesado y esto no ha hecho más que empezar.
Continuará... 

13 comentarios:

  1. O ssea que Estocolmo es muy, muy recomendable. ¡Menudo reportaje tan completo y estupendo!

    Yo tengo entre ceja y ceja ir a Venecia. A ver si lo hago en el 2012.

    Un beso

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  2. Gracias Elvira. Supongo que nombras Venecia por la similitud de Estocolmo con la ciudad italiana, pues no en vano en ocasiones la llaman la Venecia del Norte, eso sí, salvando las distancias, pues Venecia solo hay una. Yo he estado un par de veces pero también me gustaría volver con Ángeles.
    Besos

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  3. ¡Para una vez que habría sabido la respuesta a la solución de la adivinanza de la entrada anterior!

    Ay, qué bonito Estocolmo y sus cielos.

    Eso sí, onfieso que tengo a Héctor en modo espídico a un metro y no he leído la entrada con toda la atención que se merece. Me la reservo para volver y leer esta y las que vengan con más atención.

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  4. No te preocupes Cristina, nosotros dábamos por seguro que tu la sabías, y ahora es difícil concentrarse en la lectura como ya comentaste en tu entrada, así que te recomiendo que veas las fotos que hemos puesto en Flickr con los enlaces desde la misma entrada y que te servirán para hacerte una idea general. Sobre todo las de Skansen.
    Besos

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  5. Ei! Nosotros también estuvimos en 2004! En Julio, porque nos gusta visitar países fresquitos en verano. La mayoría de los días tuvimos que ponernos una encima de otra las dos chaquetitas finas que llevamos "por si acaso" jeje!

    Buf! Estocolmo me encantó y sobre ella podría estar hablando horas y horas, y eso que tan solo estuvimos un par de días porque en el mismo viaje de 10 días visitamos también París, Gotteborg y Copenhague y me supo a muy poco. Es una ciudad tan completa que necesitas más tiempo. Tenemos en mente volver algun día...

    Las habitaciones aunque sean pequeñitas tienen muy buena pinta! Nosotros estuvimos en un hotel muy tranquilo en un pueblito a 15 minutos en tren a las afueras, eso sí, con piscina.

    Tus anécdotas con la Stockholm Card son las mismas que las nuestras jeje! Para comer fuimos un par de veces al Kulturhaset, comida muy correcta y recomendada por mi guia trotamundos para presupuestos reducidos.

    También empezamos con el Vasamuseet y nos encantó. Como el Skansen, es un "museo" muy curioso y nos gustó mucho poder entrar en algunas casitas con sus estrechas escaleras y en las que había gente disfrazada haciendo sus quehaceres cuotidianos y oficios artesanales. Muy interesante, aunque nos perdimos los animalitos que comentas.

    Seguiré con mucho entusiamo tus entradas :)

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  6. Que sí estuvimos con los animalitos! Ahora viendo tus fotos del Skansen me he acordado de los búfalos! Es que tuve un percance con mi ordenador hace unos años y perdí muchísimas fotos. Del Skansen sólo recuperé 3. Aún así no recuerdo a los Lemurs...

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  7. Vale, ya lo he leído de cabo a rabo y qué maravilla de crónica. Me ha recordado un montón de cosas de cuando estuvimos nostros allí (2005). Qué ciudad más bonita Estocolmo: totalmente de acuerdo con eso que dices de que es una de las más románticas. Nosotros también fuimos en verano y debo reconocer que me queda la espinita de conocerla en pleno invierno.

    Skansen me maravilló y el Museo Vasa es curiosísimo. Fantásticas todas las fotos.

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  8. Hola Guacimara. Igual en 2004 aún no estaba lo del acuario (que no sé porqué lo llaman acuario si apenas hay peces) de Skansen, habría que buscar cuándo lo inauguraron o biense os pasara de largo, a nosotros casi se nos pasa pues se encuentra un poco oculto, había que bajar unas escaleras mecánicas y lo encontrabas a la izquierda pasando frente a un restaurante muy grande. Sin embargo nosotros no vimos muchas casitas por dentro ya que cuando pasamos por lo que representa el pueblo estaba ya todo cerrado (lo de los oficios). Lo de Skansen fue toda una experiencia, y pensar que casi no lo vemos por culpa de la lluvia.
    Lo de la Stockholm Card creo que le pasa a todo el mundo, y lo del Kulturhuset no se si te refieres al restaurante que fuimos nosotros ese que hay muchos restaurantes de diferentes nacionalidades y un montón de mesas en medio. No estaba mal del todo, la comida era pasable por el precio, pero no comimos muy a gusto. No tienes intimidad que se diga, y las que sirvieron a Ángeles (yo había ido a coger sitio) al ir sacando los platos no le ayudaron mucho a saber cual era el que ella había pedido y lo pasó mal.
    Y lo de perder fotos es una experiencia muy desagradable. Yo me di cuenta al llegar a Barcelona (menos mal que no me di cuenta allí si no me hubiera amargado el viaje o me hubiera ido corriendo a hacer todas las fotos que perdí no sé jeje) y al regreso estuve un poco depre, Ángeles constantemente me tenía que repetir que podría haber sido peor, etc. Ahora ya lo he asimilado y reconozco que no hay para tanto, solo que hay que estar más atento con estas cosas para que no me vuelva a pasar.
    Gracias por tu extenso comentario.
    Besos

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  9. Hola Cristina. Gracias por tus comentarios. Pues sí que me pareció romántica ya cuando fui en 2004. En aquella ocasión fui con unos amigos ya que a uno de ellos le entregaban un premio y nos invitó al hotel. Estuvimos un par de días y mientras paseaba por las calles de Gamla Stan echaba mucho de menos a Ángeles. Así que me ha llevado todos estos años convencerla para que fuéramos y finalmente me salí con la mía. Y no descarto volver en el futuro. Lo de volver en invierno no sé no sé. Debe ser muy bonito y curioso, pero también muy duro. Aunque digan que es una ciudad que se ve en 3 días, todas las ciudades tienen cosas para no acabárselas y ésta tiene cerca de 100 museos, por lo que seguro que vería cosas nuevas, y sin contar con los alrededores, pues no salimos de lo que era las islas centrales.
    Besos y seguiremos comentando sobre esta ciudad que nos apasiona.

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  10. Me gusta tu blog! me lo pongo directamente a favoritos para ir siguiendo ;)

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  11. Gracias Eli y bienvenida. He echado una ojeada a tu blog y lo primero que he visto es que estás leyendo actualmente el libro de Silvia Alcantara "Olor de Colonia". No sé si sabrás que tuve la oportunidad de hablar con ella acerca del libro lo cual aparece en una entrada anterior. Ahora ha sacado otro, que de hecho había empezado a escribir antes, "La casa cantonera". Me han dicho que incluso éste está mejor. Tengo ganas de leérmelo y a ver si en el futuro volvemos a quedar con Silvia para comentarlo.
    Un saludo

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  12. Enrique, tengo ganas de ir a los países nórdicos desde hace tiempo, así que tu crónica todavía incrementa más mi interés, en este caso para visitar Estocolmo.

    También he perdido fotos en alguna ocasión y es una sensación muy desagradable. Pero no deja de ser algo secundario (o al menos eso me dije a mi misma cuando me ocurrió).

    Un abrazo!!

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  13. Hola Laura. Gracias por tu comentario. Espero que puedas visitar éste o cualquier otro lugar de los países nórdicos, pues vale la pena. Lo de las fotos, cuando vi que no las tenía me dejó en estado de shock y realmente tienes que pensar que no deja de ser eso, solo unas fotos y que lo importante está en lo que viviste y también en tus recuerdos. Mirándolo desde el lado positivo, ya que la pérdida fue relativa, eso me hará tomar más precauciones en el futuro y quizás me sirva para evitar pérdidas mayores.
    Un abrazo

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