lunes, 9 de mayo de 2011

Granada: Centro

Sábado 23 de abril por la tarde:
Tran pronto como salimos de la Alhambra nos dirigimos hacia el restaurante situado en el centro de Granada. Se trataba del Botánico. Es un restaurante-café modernillo, con una decoración sencilla pero agradable, y sobre todo con una comida exquisita:

Curry verde vegetariano


Strudel crujiente de manzanas a la canela
De allí fuimos a dar una vuelta por el centro. Al pasar por la capilla real, decidimos entrar por lo que pudimos visitar la tumba de los Reyes Católicos.



A continuación entramos en la Catedral.





Lo que más nos sorprendió fue lo enorme que parecía por dentro y la claridad, muy diferente a las catedrales góticas a las que estamos acostumbrados.
También aprovechamos la proximidad para ver la exposición "Escenas fantasmáticas" en el centro José Guerrero, en la que se confrontan escenas de películas de Alfred Hitchcock y Luis Buñuel.

Una vez que anochecía nos dirigimos a la calle Colcha donde pedimos unas tapas para cenar. El colofón de un día increíble.




Salmorejo

Domingo 24 de abril
Después de un día tan intenso, llegó otro más tranquilo en el que fuimos al bajo Albaycín, aunque las cuestas nos hicieron desistir enseguida:



Y solo bajar nos cruzamos con tres procesiones más:



Entramos en el Patio del Corral del Carbón:





Luego hicimos tiempo tomándonos un aperitivo en los pocos minutos en los que vimos el sol, antes de ir a comer al restaurante Raíces.

Croquetas vegetarianas


Tofu al ajoarriero


Seitán a la pimienta
Por la tarde hicimos un último intento por fotografiar la Alhambra bajo una puesta de sol y subimos de nuevo al mirador de San Nicolás, pero no hubo suerte, solo salió el sol un momento y luego cayó un chaparrón. Otro motivo para volver en otra ocasión.


Al día siguiente volvíamos a Barcelona.

5 comentarios:

  1. Enrique, esos platos tienen una pinta estupenda. Qué bonito el Patio del Corral del Carbón. Las "escenas fantasmáticas" creo que me hubieran interesado.

    Exacto, os falta la Alhambra con la puesta del sol, así que eso requiere otro viaje a Granada.

    Muy bonitas las fotos de la Catedral. Las procesiones son capaces de arruinarme el día... hmmm... Es el inconveniente para mi de ir en Semana Santa. Nosotros fuimos el año pasado a Sevilla y alguna nos pilló, pero fuimos los primeros días, jueves santo nos volvíamos para Barcelona.

    Precioso y aprovechado vaje.

    Un abrazo.

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  2. Gracias Laura. Realmente fue un viaje aprovechado, pero aún y así nos quedaron por ver muchas cosas, por lo que habrá que volver. En cuanto a las procesiones no nos agobiaron pues apenas pudimos verlas debido al mal tiempo, supongo que en condiciones normales hubiéramos acabado un poco hartos. Estaría bien volver en otra época en la que Sierra Nevada estuviera más blanca y así la foto del atardecer sería completa.
    Besos

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  3. Vaya pinta tienen todos y cada uno de esos platos. Así da gusto viajar, las cosas se ven mucho mejor cuando el estómago está lleno de cosas ricas :)

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  4. De mi viaje, recuerdo que vi una postal de unos ataudes y pensé, ¿quién va a querer comprar esta postal tan lúgubre? Y resultaron ser los de los Reyes Católicos!! Como estaba prohibido sacarle fotos, di mil vueltas por Granada buscando el dichoso puesto de las postales para comprar una y al final lo encontré y acabé comprándola. "Es que hay gente pa tó", jajajajaja

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  5. Hola Cristina. Siempre que viajo pienso que, por mi condición de vegetariano, puedo tener problemas, pero nunca ha sido así, y en ocasiones pruebo cosas increíblemente buenas. De este viaje destacaré el plato de verduras al curry del Botánico, el strudel del mismo sitio (en general en este restaurante estaba todo buenísimo), el salmorejo (era la primera vez que lo probaba y me encantó), y de la pastelería Ysla: los piononos y las torrijas.
    Hola Marta. Tienes razón, no se podían hacer fotos. Y es algo que nosotros siempre respetamos, pero llevábamos un rato sentados en los bancos descansando y no dejábamos de ver gente haciendo fotos, incluso con flash. Ángeles llegó a recordarle a uno la prohibición de hacer fotos, y evidentemente ni le hizo caso. Así que acabamos hartándonos y Ángeles acabó también sacando alguna foto. Está claro que no es suficiente con poner un cartel a la entrada, hay que poner a alguien que lo recuerde. Otra cosa es el porqué de la prohibición.
    Besos a las dos

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