Las torres de agua que he mencionado en la anterior entrada no fueron las únicas que se construyeron. A principios del siglo XX encontramos un par de ejemplos más, representativos del estilo de la época. Empecemos por la que se halla a más altura: la que encontramos en el Tibidabo.
La construyó Josep Amargós en 1905 y tiene 53 metros de altura. De un año después es la torre de la Catalana de Gas en el Parque de la Barceloneta.
Pero no son las únicas torres, en Barcelona se conservan muchas más. En el Paseo fabra i Puig con Llenguadoc vemos una torre repartidora de 1910 que pertenecía a la Compañía de Aguas de Canyelles:
Finalmente y situada en el barrio de Horta en el 35 de la calle Campoamor, se encuentra un pequeño pilar de agua abandonado:
Son muchos más los ejemplos, pero que me reservo para una entrada posterior.
A finales del siglo XIX y principios del XX se construyeron dos centrales de captación y bombeo de agua que introdujeron tratamientos bacteriológicos, una en Sant Andreu, cerca del Besós (1897) y otra en Cornellà, no lejos del Llobregat (1909), que se sumaron a los sistemas ya existentes. La central de extracción y elevación de Cornellà es uno de los mayores complejos relacionados con la tecnología del agua a presión construida en el plan hidráulico de Barcelona por la SGAB y que actualmente conserva todas sus instalaciones originales.
Pero las instalaciones de agua no solo incluyen la captación, si no también la evacuación de las aguas residuales, y en aquella época la acumulación de residuos familiares en los pozos negros y la escasa pendiente de las alcantarillas provocaron filtraciones que produjeron epidemias. A raíz de la epidemia de tifus de 1914 se proyectó una central elevadora en Trinitat Vella y unos depósitos en Trinitat Nova. Este conjunto hidráulico, separado hoy en día por la Meridiana, pero unido por un túnel subterráneo, fue construido en 1917 y funcionó hasta los años ochenta.
Instalaciones bajo la Meridiana |
Instalaciones sobre la Meridiana |
Actualmente podemos encontrar en dichas instalaciones el Centro cultural Frederica Montseny y unos huertos urbanos. Cabe decir que, en el momento de mi visita, todo estaba cerrado y que los accesos eran muy complicados. Eso sí, en el huerto había gente mayor trabajando en él.
Centre Cultural Frederica Montseny |
Huertos de la Casa de l'aigua |
Pero retrocedamos un poco en el tiempo y volvamos al siglo XIX, pues también son de destacar el uso de depósitos de agua. El situado en la calle Wellington junto al Parque de la Ciudadela es de 1875, fue proyectado por Josep Fontseré y servía para regar el parque y proveer de agua a la fuente de la Cascada (1881). Actualmente alberga la biblioteca de la Universitat Pompeu Fabra.
Dos detalles: primero, observad la diferencia del fondo de la fuente entre las dos fotografías (han limpiado el fondo) y, segundo, en la placa a la entrada de la biblioteca reza (traducido al castellano): Antoni Gaudí fue el arquitecto encargado de realizar los cálculos para que la estructura pudiera soportar la cisterna de 15.000 metros cúbicos de agua situada en lo alto del edificio.
Así que, hablando de Gaudí, no podemos olvidar el proyecto de 1900-1914 de la cisterna del Park Güell que se encuentra, y eso poca gente lo sabe, bajo la sala hipóstila. El sistema de captación de agua era muy curioso, pues la gran plaza recogía el agua de lluvia y las columnas la conducían por su interior hasta la cisterna de 12.000 metros cúbicos de capacidad, suficiente para las necesidades del parque.
En este blog: Criticart, pueden verse fotografías de la cisterna e información adicional.
De 1909 es el depósito de Sant Pere Màrtir en la carretera de las aguas y que fotografié desde el Parque Cervantes:
De 1910 son las Torres depósito de la Fábrica Casarramona, actual sede del CaixaForum:
El uso del agua no solo crecía, si no que también se diversificaba y, durante las primeras décadas del siglo XX, proliferaron las fuentes y otros ingenios hidráulicos para los jardines urbanos. En este sentido hay que destacar las labores de ajardinamiento y urbanización de Montjuïc para la Exposición de 1929. Un año antes, la SGBA recibió el encargo de la Fuente Mágica de Carles Buigas, todo un ejemplo de modernización para la ciudad gracias a la compañía de aguas.
La crisis posterior a la Exposición de 1929, la guerra, y la colectivización que llevó la administración de la SGAB al Comité Obrero de Incautación, no permitieron grandes cambios estructurales. Aunque, posteriormente, retomara la SGAB su actividad habitual, un largo período de sequías y restricciones eléctricas complicaron el abastecimiento. Pero el cambio de escala en el suministro urbano en los años cincuenta era improrrogable. En 1953 se puso en marcha la concesión para captar agua del Llobregat. De 1955 es la estación de Tratamiento de Aguas Potables del Llobregat en Sant Joan Despí. En 1960 se aprobó la ejecución de obras para traer agua del Ter y de 1966 es la Estación de Tratamiento de aguas del mismo río. En 1963 se construyó el depósito de agua del Turó de la Rovira:
El depósito se ve un poco tras el refugio |
En 1967 ya funcionaba el trasbase desde la presa del Pasteral hasta la estación de tratamiento de Cardedeu. Aunque el consumo y el número de abonados aumentaba, no se completó hasta los años setenta la revolución del agua que había empezado hacía casi un siglo y que, con la mejora de las viviendas y el suministro conjunto del Llobregat y el Ter, comenzó una nueva etapa, que en lo esencial ha durado hasta nuestros días.
Bibliografía:
"Guia d'Història Urbana: el agua" del MUHBA y "Paseos por la Barcelona científica" del Ajuntament de Barcelona.