La pasada víspera de Reyes nos acercamos a probar el restaurante mostassa.
Mosstasa está ubicado en lo que anteriormente fue una carpintería, un lugar por el que pasaba cada día para ir al trabajo, y donde incluso llegué a comprar algunos objetos: la típica tienda donde podías encontrar desde percheros, escritorios o mesitas auxiliares.
Aprovechando al máximo la esencia del local han creado un rincón con encanto, al estilo nórdico, con muebles de madera, paredes blancas y con detalles que le dan calidez.
Disponen de mesas cuadradas y redondas de dos a cuatro personas y una gran mesa comunal en la que podrían llegar a caber hasta diez comensales.
El recibimiento es grato, te hacen sentir a gusto en un entorno de conversaciones pausadas y de tono bajo, cosa que se agradece. No hay para nosotros nada más desagradable que los locales ruidosos. Preferimos una música de fondo que acompañe pero que no se entrometa.
Nos ha gustado la comida, aunque solo hemos probado el menú de día. Después de tantos banquetes navideños, no teníamos ganas de nada pesado.
En su página web cuentan que su cocina es km0, ecológica, casera y saludable, lo cual es de agradecer.
Cuentan también con platos vegetarianos, veganos y otros libres de gluten.
Además tienen una carta para cenas, carta de desayunos y otra de brunch para los fines de semana, que seguro que iremos a probar, pues Enrique es un fanático de las recetas con huevo en todas sus variantes.
El restaurante mostassa lo puedes encontrar en la calle Mallorca 194 esquina con Aribau.
