En esta ocasión nos desplazamos hacia el distrito 22@ donde teníamos la posibilidad de visitar diversos edificios todos ellos situados muy próximos unos de otros.
El proyecto 22@Barcelona ha transformado 200 ha de suelo industrial del Poblenou en un distrito productivo e innovador conformando un nuevo modelo de ciudad inteligente.
El primer edificio que visitamos fue la Central de Producción Energética Tànger (Districlima) cuya diferencia destacada residía en el carácter tecnológico, más que arquitectónico, de la construcción. De hecho, fue su director general, David Serrano, el encargado de guiarnos por sus instalaciones. Lo primero que pudimos ver es un vídeo en el que nos explicaban el funcionamiento de la central.
Esta central se encarga de suministrar el calor o el frío que proporcionará la climatización adecuada a los edificios del distrito, constituyendo un refuerzo a la central del Forum en aquellos momentos de máxima demanda. La eficiencia del sistema y el concepto de ciudad inteligente encaja perfectamente con la idea del 22@ tal y como explica en el siguiente vídeo Ramón Sagarra, director de infraestructuras del 22@Barcelona.
Una vez visto el vídeo nos proporcionaron un casco blanco con el que proteger nuestras cabezas para dirigirnos a continuación hacia los sótanos en los que nos mostrarían la maquinaría de la central.
La central utiliza como combustible el vapor obtenido de la incineradora para congelar bloques de hielo que sirven luego para proporcionar frío a la red. Lo que vemos son las bombas que suministran este frío a los edificios contiguos. En el siguiente vídeo puede verse cómo funciona la central.
Luego nos llevaron a la sala de control desde donde se hace un seguimiento de los parámetros del suministro de frío y calor, pudiéndose comprobar que las pérdidas de temperatura desde que sale el agua de la central hasta que llega al edificio de destino son mínimas. Cuando Trias realizó la visita comentó, al ver las pantallas, que ése era su ideal de ciudad inteligente.
Como curiosidad nos explicaron que cuando construyeron la estación, debido a que el nivel freático está muy alto, tuvieron que llenar los tanques con agua para que no flotaran. Otra curiosidad es que se aprovechó la antigua chimenea de Ca L'Aranyó que se encuentra en el edificio contiguo.
Aunque no nos comentaron nada acerca del edificio, éste trata de camuflarse del entorno mediante unas enredaderas que cubren parcialmente su fachada. El solar contiguo bajo el que se encuentran los bloques de hielo también está por finalizar convirtiéndose en el futuro en una zona ajardinada.