Ángeles amaba el cine. Lo primero que me preguntó cuando nos conocimos fue si me gustaba el cine. En esos momentos pensé que me estaba haciendo una pregunta trivial, pero con el tiempo descubrí que había muchas formas de amar el cine. La primera película que vimos juntos fue "El hijo de la novia" y ya ese día descubrí que Ángeles odiaba que la gente hablara durante la proyección de la película. Casualmente, la primera obra de teatro que vimos juntos fue "Art" y en ella también actuaba Ricardo Darín, por ese motivo lo adoptamos como nuestro actor.
Con Ángeles coincidía también en nuestra prelidección por el género de la ciencia ficción, por eso cuando le cité de memoria la frase que Roy pronuncia al final de Blade Runner, Ángeles se quedó absorta, petrificada, helada. Creo que en ese momento pensó que pasaríamos el resto de nuestra vida juntos.
Yo he visto cosas que vosotros no creeríais: Atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto Rayos-C brillar en la oscuridad cerca de la puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo... como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir.
Aunque para eso faltaba una prueba más. Cuando me dijo que había una película que aún no había visto y que quería ver junto a la persona con la que pasaría el resto de su vida, yo le contesté: "Casablanca". Y acerté.
Ángeles amaba la música. Aunque en este caso nuestros gustos diferían, también teníamos lo que se suele decir nuestra canción: "Wish you were here" de Pink Floyd. Ya que esa era la forma que tenía de despedirme en nuestras conversaciones de messenger cuando aún no vivíamos juntos. Ahora esa frase ha adquirido un significado especial.
Ángeles amaba la literatura. Era su auténtica pasión. El número de libros que llegó a leer es incontable, y es que había adquirido una capacidad de lectura que triplicaba la velocidad normal. Podía acabarse un libro en un día o leerselo del tirón.
Además de la lectura rápida Ángeles tenía otra extraordinaria capacidad: reconocer a gente famosa por la calle. Pero hasta hace poco no se atrevió a decirles nada.
Ángeles con Juan Echanove en el restaurante Nanit |
Como comprenderéis, si Ángeles amaba los libros, las flores y reconocía a tantos famosos, para ella Sant Jordi era un día especial. El 23 de julio de 2016, cuando por primera vez me encuentre en la Rambla de Catalunya firmando libros, miraré a mi alrededor y sentiré que estaré rodeado de aquello que amaba, por lo que Ángeles de alguna manera, también estará allí.
Enrique, seguro que sí, ese día estará a tu lado y feliz sabiendo que sigues con el blog y adelante con todas esas aficiones y cosas que os gustaba compartir y hacer juntos.
ResponderEliminarUn abrazo!
Gracias Andrés. Un abrazo!!!
EliminarAndrés lo ha dicho todo y bien.
ResponderEliminarComparto su opinión.
Un abrazo
Miquel
Gracias Miquel. Un abrazo!!!
EliminarLlego tarde a esta entrada, pero me ha gustado mucho leerla porque precisamente el día de Sant Jordi me acordé mucho de Ángeles, porque sabía perfectamente lo especial que era para ella ese día. Nunca la conocí en persona y sin embargo todo lo que cuentas - y lo cuentas tan bien - me ha sonado natural y he encajado a la perfección con la versión digital/virtual de Ángeles que yo conocí.
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte.
Gracias Cristina. Qué pena que no llegarais a conoceros en persona. Estoy seguro de que os hubierais caído muy bien ya que compartías gustos muy parecidos.
EliminarUn beso muy fuerte
No había leído esta entrada hasta ahora y confirma lo que siempre pensé, vosotros conocéis de verdad lo que es ser una pareja, compañeros, amigos, complemento. Qué guapa en la foto, así era, todo corazón y sabiduria. No conozco a nadie tan sabia y lista como ella, capaz de ver lo que otros no son capaces ni de intuir.
ResponderEliminarSólo agradezco el haber tenido la suerte de conocerla pero tan poco tiempo...
Qué bien la has definido Neus. La verdad es que cualquier tiempo junto a ella te parecería igualmente corto, desearías poder haber compartido su sabiduría eternamente.
EliminarUn Beso muy fuerte
No había visto el post y me ha encantado!! Me alegro mucho que hayas decidido seguir con el blog Enrique, esté donde esté, seguro que nos esta leyendo. Un abrazo muy fuerte y espero q en el camino de Santiago hayas podido desconectar.
ResponderEliminarGracias Tin. El Camino de Santiago te da tiempo de todo: de desconectar y de reencontrarte.
EliminarBesos